Prohibido el paso a los niños

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Así se ha puesto mi humor cuando he leído esta noticia, proliferan los hoteles «Adults only».

¿Qué hay hoteles solo para adultos? ¡¡Estoy tan enfadada!! ¿Nadie más ve lo mismo que yo?

Conocía la existencia de los aviones solo para adultos, ¿pero hoteles? ¿tanto molestan los niños?

¿Qué clase de sociedad somos que ni aguantar a nuestras propias crías podemos? A mi entender negamos una parte importante de nosotros mismos, también fuimos niños, y por lo visto no demasiado felices cuando no podemos soportar la infancia a nuestro alrededor. Los niños se pueden enfadar, ¿los adultos no?, los niños alzan la voz, ¿los adultos no? ¿soy la única que ha compartido restaurante u hotel con «adultos» ebrios? ¿Acaso no molestan ellos mas? Pues todavía no he visto ningún hotel en el que firmes un contrato de autocontrol y buen comportamiento bajo pena de expulsión, para ningún adulto y a veces vendrían tan bien…

Está claro que podemos tener un concepto ideal de vacaciones, de ambiente, pero los imprevistos existen y puede que haga un frío horrible cuando decidas ir a la playa y se estropeen tus vacaciones, o enfermes y no puedas salir de la habitación, o que los mosquitos te priven de usar la terraza. Las vacaciones perfectas no existen y que un niño te salpique en la piscina puede significar absolutamente nada si estás de buen humor. ¿A qué viene esta actitud de amargados y de snobs? Esto por un lado, la alegría con la que clasificamos qué es deseable y qué no lo es. Deberíamos revisitar nuestros conceptos, abrirnos a lo que nos rodea y tener mayor adaptabilidad con lo inesperado. Además lo inesperado no tiene por qué ser siempre un niño llorando.

Si indagamos en esta susceptibilidad, encontramos personas con graves problemas de adaptación al medio en el que viven. El mundo tiene ancianos, adultos, niños y bebés, esto es así de manera tajante, el paso inexorable del tiempo nos lleva de una etapa a otra. Que no soportemos a los niños habla de experiencias vividas, de malas experiencias cuando éramos niños, es mi opinión, pero no me cabe la menor duda. En circunstancias normales no caeríamos en la cuenta de que un niño ríe de manera sonora, o se queja cuando resbala, quizás nos reprendían hasta por estornudar y el dolor que nos causó que no nos aceptaran olvidándonos hasta de expresarnos resuena en nuestro subconsciente poniéndonos tensos, muy tensos. ATENCIÓN SELECTIVA. Los niños también nos pueden alegrar la tarde si los observamos un rato, pero cuando lo único que nos llama la atención es lo negativo, realmente necesitamos relajarnos y reconciliarnos con nuestra propia existencia.

Por otro lado, ¿es legal prohibir el paso a los niños? ¿es lícito vetar de esa manera? ¿Acaso son ciudadanos de segunda? ¿Qué pensaríamos de un hotel que prohibiera la entrada a los feos, a los mayores de 55 años, a las mujeres, a los hombres, a los calvos, a los negros, a los franceses, a los vascos, a los bajitos? Hablamos de clasismo en toda regla. Cada uno puede pensar como quiera, pero nos adaptamos a lo que nos rodea, 0 deberíamos, quizás la persona de la mesa de al lado te marea hasta la náusea con su perfume pero no estás en el derecho de hacerla abandonar un local. ¿Por qué con los niños sucede esto? Decidimos que no son bien recibidos. ¿Qué mundo estamos creando? Alguien debería defender los derechos de los niños, ellos no son capaces todavía de manifestar sus quejas cuando no se les trata de manera adecuada o con dignidad. Quizás por ello algunos niños cuando crecen aborrecen la infancia.

Urge la necesidad de hoteles de este tipo porque «falla la educación en los niños», esto es ya lo que me faltaba. En primer lugar ¿quién se encarga de educar a los niños? Por supuesto, los sacro-santos adultos. Y en segundo lugar en este artículo se habla de la tendencia «permisiva» que se está dando estos últimos años. Bueno llegados a este punto la tormenta de mi cabeza es de tal calibre que necesitaría otro Post. No somos realistas acerca del comportamiento esperable en niños de 2 a 4 años, como decía mas arriba a veces se trata más de la susceptibilidad adulta que de los «horrendos actos» de los niños pequeños.

¿Necesitamos la alternativa? ¿Hoteles amigos de los niños? Pienso que de este modo creamos guetos. Lugares con superpoblación infantil y lugares con hipopoblación infantil. ¿Esta es la solución, reductos que no responden a la realidad? Además, las tasas de natalidad no son tan altas como para que los niños «molesten» tanto. Pero supongo que sí, esta es la solución. Francamente, a mi tampoco me apetece estar rodeada de personas amargadas, que se piensan superiores a los demás, susceptibles, que miran de reojo. A mi también me molestan, me angustian. Debo tener algún trauma también, porque me salen ronchas de imaginarme a alguien carraspeando su garganta para quejarse «con educación».

No quiero pecar de intolerante, pero los niños existen, como el sol o las nubes y porque nos molesten no podemos suprimirlos. ¿Aspiramos a la eugenesia y los niños no caben en nuestra ecuación? Lo siento pero me parece vergonzoso. Las personas que no están preparadas para gozar de los niños realmente deberían mantenerse a una distancia prudencial, PROHIBIDO EL PASO A MALEDUCADOS CLASISTAS.

Un comentario »

  1. Que triste Silvia! Yo voy a crear un hotel solo para niños!! Puede ser un que un dia por lo que sea te moleste, como tu dices, que te salpique un poco un niño en la piscina, pero no es motivo ni para cabrearse ni para mirar mal a un niño. A los niños hay que educarlos aunque pensándolo mejor, habrá que educar a los listillos del hotel donde no dejan hospedarse a lo mejor de este mundo, a los que siempre tiene una sonrisa para ti, a los que son más fuertes que los adultos, a ellos, un besazo!!(A los del hotel que se lo hagan mirar eh…)

    • Ohhhh Bienvenida Enca! Gracias por pasarte y comentar! Qué ilusión me hace!
      Sobre este tema, yo lo tengo claro, pagan el pato los niños que no pueden entrar a ciertos sitios, pero la culpa y la responsabilidad es adulta, tanto si hablamos de personas intransigentes y snobs, como si hablamos de padres que dejan a «su amor» a los niños para que hagan y deshagan.
      Deberíamos, como bien dices, mirar mas allá y ser conscientes de todo lo que nos dan los niños.
      Un beso muy grande!

  2. ¡Ay! Aquí mi capacidad de comprensión y análisis colapsa. Lo único medianamente coherente que soy capaz de pensar o decidir sobre los guetos autoimpuestos es que, mientras no me obligues a hacer lo mismo que tú o me llames tonto por hacer algo ligeramente diferente a lo que tú haces… Mi lucha se ha quedado en: ni sentirme amedrentado o avergonzado cuando una persona resopla molesta porque estoy jugando con un niño en un espacio público, ni dejar que el niño se sienta avergonzado o amedrentado por jugar (o existir siquiera) en un espacio público. En cuanto a lo de los hoteles, estoy con Groucho cuando decía que ni se alojaría en uno que le admitiese como huésped ni mucho menos en otro que no le admitiese como tal.

    • Esa sensación también la siento a veces, imagínate! Avergonzados o amedrentados por circular por un espacio público. El mundo tiene demasiada prisa y no se como se podría parar o si se podría, pero urge alguna actuación, o al menos que no nos influyan los resoplidos amargados.
      Un beso grande Auberiv

  3. Amén hermana. ¡Como te ha calado! Bueno y aquí vengo yo a sacarte tu lado mediador.
    Tengo hijos, sobrinos, primitos. Amo a los niños. Yo no conocía la opción de «adults only» y esta vez que fui a Cancún me hospede en la parte del hotel que es «family concierge» sin embargo no podía acceder al SPA, a un par de piscinas y a unos restaurantes. Es curioso pero lo miraba con recelo, con envidia de la buena.
    Tía hay muchos que no han podido o no quieren tener hijos, hay otros que ya pasaron por esos menesteres, hay quienes les urgen tres días sin lloros.

    El único día que pude cenar en un restaurante para adultos- pues mi hija se quedo con mi madre que como sabrás nos separan 10000kms- fue orgasmático. Doce meses sin salir, sin tener un momento de pláticas ininterrumpidas, de cenar con mi marido y verle a los ojos sin toallitas, sin berretes, sin manchas.

    Para mi la libertad radica en «la opción de elegir». Me queda claro que nosotros optaremos por la opción con niños…pero quizás sólo quizás haya un día que nos apetezca el silencio, el placer de una charla en un restaurante sin gritos, el estar en una piscina oyendo jazz y viendo el mar.

    Hay para todos. Saca la Silvia mediadora y no te enfades. No te cierran a ti la opción de elegir.

    Un besote guapa y ENHORABUENA (por todo)

    • Hola bonita!
      Si que me ha calado!
      Te comprendo, es tan necesario compartir tiempo con tu pareja… nosotros intentamos comer o tomar café solitos una vez a la semana. Pero no buscamos un restaurante en el que esté prohibida la entrada a niños, vamos al que más nos apetece y si hay niños, no me molestan, son sus padres los que se encargan de ellos, de hecho, ni me fijo en si hay niños o no, disfruto de la conversación y los mimos. Otro asunto es que el niño del restaurante sea el mío, entonces estaremos pasando un tiempo en familia, no en pareja. Si dentro del mismo hotel se establecen «zonas», la zona con niños será un desmadre, porque es un gueto, todos juntos. Pero si no hay zonas no encuentras una superpoblación y puedes estar tranquilo. Ni la vida es un McDonalds ni un balneario para la tercera edad, es de todo, con niños, ancianos y niños.
      Luego esta la parte del sentido común, a ciertos lugares no llevaría a mi niño, no lo llevaría a un club de jazz a las doce de la noche, ni a un restaurante de súper etiqueta (porque igual tampoco me apetecería a mi). Uno tiene en cuenta la personalidad de su hijo y busca lugares que le beneficien a él y a todo el mundo. Marco es muy activo, pues necesito terrazas, con parques cerca, calles peatonales, etc. Pero si tienes un niñito súper tranquilo ¿por qué no puedes ir donde quieras?
      Para mi aquí no hay opción de elegir, porque hay prohibición, explícita. Yo puedo elegir, pero mi hijo no. Esto me resulta triste, muy triste.
      Claro que cada uno haga lo que quiera, pero este nuevo concepto no lo comprendo ni comparto.
      No obstante comprendo tu punto de vista, y siempre me haces pensar.
      Un beso linda y GRACIAS, a ver lo que aguanto sin escribir Post, en cuanto se me ocurra la foto. 😉

      • 🙂 tranquila que encontrarás el camino si no recurrirás a la música…

        En cuanto a lo otro pues tienes razón, hay una prohibición—-pero bueno soy un poco más alivianada y que cada quien haga de su vida una cometa y la vuela como pueda (es más divertido con niños)….

        un besote

  4. Esto lo oí yo el verano pasado y también me indignó…pero ya no me estoy acostumbrando a este tipo de idioteces. Restaurantes, hoteles, cruceros, eventos, etc. Hace poco fue la graduación de una de mis hermanas y no pude ir porque no permitían entrar a los niños!!! Manda h… 😦

  5. La primera vez que oí sobre esto también me indignó, pero luego pensé que donde no quieren a niños no quieren a mi hija y por tanto tampoco a nosotros (sus padres), por lo tanto prefiero no estar donde está esa gente.
    Tienes razón en todo lo que dices. Se nos tiene que remover algo muy profundo para que nos molesten de esa manera los más pequeños. Y luego está las expectativas que se tienen con niños pequeños, no son muñecos, son niños.
    Ellos se pierden la alegría de la vida.

    Un abrazo

    • No se puede decir mas claro, tampoco yo quiero estar donde no se nos quiere, ni se quieren, huir de ese modo de su esencia me parece enfermizo.
      Ellos se lo pierden pero me entristece el concepto de sociedad que estamos creando.
      Un abrazo muy grande Carol!

  6. ¡¡Silvia!! Piensa que el «adults only» es un concepto de marketing; un nuevo segmento de mercado. (Como ha comentado desmadreando, incluso los padres, pueden, en algún momento, pertenecer a ese segmento). Fíjate que has escrito «reductos que no responden a la realidad» y en eso estoy totalmente de acuerdo contigo. Pero es que de eso se trata, de vender ficción. ¡Perfecto para quien quiere experimentar el «como si»! Triste, pero cierto.

    Un beso, guapa!

    • Me parece brillante por parte de los publicistas y comerciantes, ellos hacen su trabajo, lo triste es esa necesidad por parte del consumidor. Nos parecen tan tristes nuestras vidas que necesitamos vivir «ficciones» (eso me ha encantado), para eso ya esta la literatura y el cine y no atentas en contra de los derechos de nadie.
      Un beso muy grande!!

  7. Tu entrada de hoy, maravillosa, es de estos temas en los que no logro posicionarme claramente, quizás porque soy una persona bastante empática y comprendo las razones a favor y en contra y creo que todo el mundo tiene algo de razón.
    Entiendo que no se debe excluir a las familias, siempre me ha gustado un mundo «mezclado», que aporta muchísimo más pero también entiendo que alguien desee unas vacaciones relajantes y busque la calma.
    Creo que no hay problema si solo unos hoteles se proclaman así, lo malo sería si solo una minoría aceptasen niños. De todos modos queda muy mal decir que no se permiten niños, podrían decir que son hoteles de calma, por ejemplo y que el que no cumpla las normas puede ser expulsado, no sé…
    Un beso!

    • Entiendo lo que dices, todos tenemos derecho a la calma, pero me resulta «chirriante» que lo contrario venga de la mano de los niños. Siempre que me he sentido molesta en un hotel o albergue ha sido a causa de adolescentes creciditos o adultos que beben, descontrolan y son maleducados, haciendo ruido a deshoras, o a horas.
      Pero por supuesto, todos queremos tranquilidad, si el modo es excluir a los niños me parece triste, no puedo evitarlo. Espero no ser intolerante, solo me posiciono del lado de una idea.
      Un beso grande María!

      • Tienes razón, por eso lo que digo de que sería mejor que se llamasen «hoteles de calma» u «hoteles sanatorio» 😀 así no se excluye a los niños sino a todo aquel que no respete la tranquilidad del lugar, beso!

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  10. Aún sigo sin creerme lo q me ha ocurrido y sigo con la duda si es legal…. Os cuento;tenía una reserva de hotel desde hace un mes aproximadamente , cuando me presento en el mismo con mi mujer y mi nińa de tres meses me comunican en recepción q no me puedo hospedar x q no aceptan nińos en el hotel menores de 16ańos👹no sabía si reír o llorar.. Gracias a dios q vivo a solo 30 minutos del hotel pero he llegado a casa y sigo dándole vueltas , pueden hacer eso???

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